La Colonia del Tercio y Terol, en el distrito de Carabanchel, es uno de los escasos ejemplos de barrios de promoción oficial de la década de 1940, entre los que destaca por la gran calidad de su diseño. Único conjunto finalmente ejecutado de los planeados por la Dirección General de Regiones Devastadas para la reconstrucción de la ciudad de Madrid, refleja el modelo de sociedad propuesto por el régimen franquista durante la autarquía. En su diseño conviven una tendencia urbanística organicista con un ropaje arquitectónico clasicista. Su gran calidad urbana, que ha favorecido la permanencia de la población original y sus descendientes, ha motivado en los últimos quince años su incipiente gentrificación, sometiendo al conjunto a nuevos riesgos ligados al aumento de las expectativas residenciales que se asocian a este cambio de las características socioeconómicas de la población. Para ser socialmente aceptable, y como tal efectiva, la protección de la Colonia del Tercio y Terol ha de flexibilizarse, adaptándola a las exigencias derivadas de la renovación de la población. Esto pasa necesariamente por permitir un aumento de la superficie edificable, que permita a las viviendas acoger familias con hijos y no únicamente hogares unipersonales.
