No hay constancia de obras generales que afecten a la edificación con anterioridad a 1973, aunque sí se llevaron a cabo obras de reparación de la urbanización. El I.N.V. reparó los viales y servicios de la Colonia en 1969, incluyendo la pavimentación de las calzadas y aceras, el alcantarillado, la instalación de bocas de riego, la construcción de muros de contención de tierras y plantación de arbolado y jardinería.
Con posterioridad a 1973 la Colonia sufrió tres intervenciones de gran escala. Entre 1977 y 1979 se llevó a cabo la reparación general de la Colonia, deteriorada por las humedades de cubierta y de capilaridad, siguiendo el proyecto de Enrique Llano. Se repasaron las cubiertas y se remodelaron los aleros, dándoles mayor vuelo sobre la fachada. En las fachadas exteriores se renovó el revoco y se revistieron de pintura pétrea. Se repasaron las carpinterías y se demolieron y reconstruyeron las tapias desplomadas. Se construyeron arquetas a pie de bajante para evitar las humedades por capilaridad y se sustituyeron las soleras más afectadas, así como los falsos techos de cañizo en mal estado, que se cambiaron por planchas lisas de escayola. Igualmente, se reparó el saneamiento de los aseos de planta baja y la recogida del agua de los patios.
Con vistas a la próxima venta de las viviendas a sus ocupantes a principios de los años 1990, el I.V.I.M.A. llevó a cabo la reparación de la edificación y la urbanización de la Colonia en seis fases sucesivas, entre 1988 y 1998, proyectadas por Valentín y Víctor Berriochoa. En las cuatro primeras, siguiendo en gran medida las obras ya ejecutadas en 49 viviendas en 1982 bajo la dirección de Juana María López, se repuso el enfoscado de la totalidad de las fachadas, con un tratamiento contra las humedades de capilaridad mediante taladros en doble hilera rellenados con un mineralizador. Las cubiertas de madera que aún conservaba la mayoría de las viviendas se sustituyeron por cubiertas de cerchas metálicas con placas de fibrocemento con aislamiento térmico y tejas curvas y planas, y los canalones y bajantes de cinc por perfiles de PVC. También se llevó a cabo un nuevo trazado de las líneas eléctricas. A estas cuatro fases se sumaron una quinta y sexta, que permitieron la renovación de la red de saneamiento y de suministro de agua, con fugas, y de las redes interiores de las viviendas, no independizadas y cuyo trazado primitivo de plomo había envejecido, así como la reparación de los muros y tabiques deteriorados por las humedades y la inexistencia de junta de dilatación en las agrupaciones de viviendas de gran longitud, y la dotación de las viviendas que aún no disponían de ella de una pequeña bañera.
Las viviendas apenas han sufrido modificaciones por parte de sus ocupantes que hayan afectado a su aspecto exterior, manteniéndose la configuración original de los huecos de fachada y un tratamiento unitario de su acabado y color. Sin embargo, es frecuente la ocupación del patio trasero con edificaciones, ya sea como ampliación de la vivienda o como cuerpo exento situado al fondo del patio. La práctica totalidad de las viviendas han renovado sus carpinterías, suelos y acabados interiores, el equipamiento de la cocina y el baño, y la mayoría han hecho cambios en la distribución.